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Tendencias para conseguir un hogar cálido y acogedor: estilo Hygge
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Una de las claves para disfrutar más del invierno y sentir mayor sensación de confort cuando estamos en casa es hacer algunos cambios en la decoración para adaptarla a la época invernal.
De frío saben mucho los daneses, y por eso no es de extrañar que el estilo hygge, procedente de esta región, sea uno de los más populares para este 2020.
Que los daneses adoran el diseño es algo que nadie duda. Para ellos sus casas son auténticos santuarios pensados para sentirse cómodos, a gusto y felices. Es por ello que la decoración hygge nos invita a relajarnos y a disfrutar de la vida de una forma más pausada en la comodidad de nuestro hogar.
Vamos a ver qué podemos hacer para tener un hogar acorde con esta tendencia.
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ADIÓS DESORDEN
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El desorden puede influir de forma muy negativa en nuestro estado de ánimo. Si después de llegar a casa tras un día de trabajo nos encontramos con que todo está revuelto, es muy posible que nuestro nivel de estrés aumente.
Una de las directrices de este estilo decorativo es procurar que todo esté lo más recogido posible, y te resultará mucho más sencillo conseguirlo si apuestas por un estilo minimalista en el que no haya demasiadas cosas por medio. En cuanto a las cosas que tengas para decorar (cuadros, jarrones, etc.) cuanto más personales sean, mucho mejor.
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TONOS NEUTROS
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Si te gusta el estilo nórdico seguramente vas a encontrar muchas similitudes entre este y el hygge. Una de ellas es que los colores usados en paredes y textiles son predominantemente neutros.
Los tonos pastel, las diferentes gamas de gris, crema y marrón son la mejor opción para las paredes. Si quieres añadir un poco de color puedes hacerlo a través de plantas naturales.
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COMODIDAD ANTE TODO
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Una casa es para vivirla. El estilo de vida hygge se basa en simplificar las cosas y darle un sentido y un uso a todo lo que tenemos.
Nada de mesas auxiliares que no usamos para nada ni cojines que están solo de adorno. Aquí se trata de darle uso a lo que tenemos. La mesita auxiliar puede ser perfecta para dejar los libros que estás leyendo y tenerlos a mano mientras descansas cómodamente en el sofá entre cojines y tapado con una manta.
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VELAS, VELAS Y MÁS VELAS
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Las velas llevan siglos siendo una tendencia en decoración, siempre viene bien tenerlas en casa. Si tu objetivo para este invierno es tener un hogar con estilo hygge, no te pueden faltar.
Como decíamos antes, aquí lo que buscamos es darle uso a lo que tenemos, así que no serán velas meramente decorativas, sino que podemos encenderlas a diario a medida que el sol se va ocultando. Mucho mejor si son velas sin olor, así evitarás sobrecargar el ambiente.
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madera para conectar con la naturaleza
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La madera es la gran protagonista en la decoración desde hace ya un tiempo, en parte por “culpa” del estilo nórdico.
En este caso este material sigue teniendo un gran protagonismo y es la excusa perfecta para reciclar esos viejos muebles de la familia y darles una vida nueva luciéndolos en las estancias más importantes de nuestra casa. De hecho, así cumplimos a la vez dos máximas de este estilo decorativo, por un lado usamos la madera y por otro le damos un toque vintage a nuestro hogar.
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Una cuestión de decoración y de actitud
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Tener un hogar de estilo hygge no es complicado. En la mayoría de los casos solo hay que hacer unos pequeños cambios en casa. Pero en realidad no se trata solo de una tendencia decorativa, sino de un auténtico estilo de vida.
No basta con hacer algunos cambios en la decoración, también en nuestra forma de actuar. Si hemos convertido nuestra casa en un santuario para el descanso y el bienestar, debemos aprovecharlo al máximo.
Una casa bien decorada y confortable es la mejor excusa para apagar el móvil cuando llegamos a ella y aprovechar para disfrutar de nuestro tiempo libre en familia, relajarnos con nuestro libro favorito o charlar con los amigos.
El estilo hygge implica hacer cambios en nuestra casa y en nosotros mismos, pero a cambio vamos a conseguir sentirnos mucho más relajados y disfrutar un poco más de lo que tenemos. ¿Te apuntas?
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