¿Cambio mi hipoteca a tipo fijo?
Parece que la historia se repite, y como que se nos viene a la cabeza un cierto déjà vu de los años de la crisis de 2008, que se prolongó muy entrado el 2014. El Euribor vuelve a subir, y las previsiones no son nada halagüeñas.
En esta historia siempre hay un grupo de propietarios que son los que más tienen que perder. Nos referimos a aquellos ciudadanos que tienen firmada una hipoteca de tipo variable, y es que durante el mes pasado, el Euribor ha escalado por encima del 2,4% en su tasa diaria.
Esta escalada del precio del Euribor significa una subida considerable de las hipotecas, y claro está, un empobrecimiento de las familias, las cuales algunas de ellas tendrán problemas para llegar a fin de mes desahogadamente. Los estudios demuestran que esta escalada irá a más, y es probable que cerremos el año 2022 con un valor que rozará muy probablemente el 3%. Esto se resume que los clientes que tengan que revisar en enero del próximo año su hipoteca, verán como los intereses pueden subir en hasta 3 puntos tras actualizar su contrato. Eso puede hacer que las mensualidades de la hipoteca se revisen al alza, haciendo que el hipotecado llegue a pagar hasta un 50% más, de lo que ya venía pagando.
Hipoteca a tipo fijo
Ante esta situación de irremediable empobrecimiento, muchos hipotecados se hacen la pregunta: ¿tengo que cambiar a una hipoteca a tipo fijo? Esto es perfectamente posible a través de un mecanismo llamado novación, si se realiza con la misma entidad bancaria.
Lo primero que hay que saber, es que las hipotecas a tipo fijo tienen un tipo de interés más elevado, lo que la hace perfecta para personas que se han hipotecado por pocos años (entre 15 o 20 años).
Con el incremento del Euribor, los hipotecados con préstamos a tipo variable verán subir las cuotas. Y los bancos encarecerán las hipotecas a tipo fijo, que hasta hace unos meses resultaban bastante más rentables. En su lugar, el interés para las hipotecas de tipo variable se reducirá, de modo que terminará siendo interesante seguir contando con una hipoteca a tipo variable. No en vano, las hipotecas a tipo fijo ofrecerán menos margen de beneficios a las entidades, que terminarán relegando este producto a un segundo plano.
Por ello, ante estos escenarios, lo mejor es comparar las ofertas entre muchas entidades, y por supuesto pensar a largo plazo. Definitivamente,
lo que nos hará decantarnos entre una hipoteca fija o variable, serán los años que decidamos estar hipotecados.
¿Cómo cambio a una hipoteca a tipo fijo?
Los expertos sostienen que este año el euríbor alcanzará el 3 % y que durante 2023 seguiré incrementándose. Por tanto, este sigue siendo un buen momento para realizar el cambio si se localiza una hipoteca lo suficientemente rentable en el catálogo de las entidades bancarias, pero ¿cómo se hace? Hay varias maneras que te explicamos a continuación:
Novación: Desde tu misma entidad puedes pedir una novación, que no es otra cosa que un cambio de las condiciones. Si estas se ajustan a tus expectativas, se realiza una tasación de la vivienda, y se acuerda la novación ante notario.
Subrogación: o dicho de otra forma, cambiar el préstamo de banco. Lo ideal es no quedarse con una sola oferta, sino consultar a varias entidades y comparar hasta obtener una que te convenza. Esta opción requiere volver a empezar de 0 prácticamente, como si pidieras la hipoteca por primera vez (tasación, estudio financiero, notario, registro etc.)
Nuestro consejo desde Navacasa, es que si estás pensando en cambiar a una hipoteca a tipo fijo, lo hagas ya, sobre todo si te toca revisión a principios de 2023.
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